Obra
Ficha general
El mecanismo de defensa en crustáceos incluyen las barreras físicas, representadas por un rígido exoesqueleto que constituye la primera estrategia de defensa para su sobrevivencia y mecanismos de defensa: la coagulación de la hemolinfa, melanización, mecanismos antimicrobianos, nodulación, encapsulación y fagocitosis. La coagulación de la hemolinfa y melanización es mediada por el sistema de la profenoloxidasa (proPO) que es directamente inducido por la presencia de sustancias extrañas, que al ser liberadas al suero en la forma activa fenoloxidasa, someten a los organismos, inmovilizándolos para que finalmente sean eliminados por la mayoría de los diferentes hemocitos [1], [2].
La inmunidad en crustáceos es crucial para combatir con éxito enfermedades por microorganismos patógenos, mediante la activación y función de células circulantes (hemocitos) contenidos en la hemolinfa y proteínas de defensa con capacidad de reconocimiento del material extraño para poder ser fagocitado, nodulado y encapsulado [3].
Debido a que todo organismo es susceptible a enfermarse, surge la necesidad de buscar alternativas que nos proporcionen el estado fisiológico de los organismos, que permitan implementar estrategias que aporten información sobre el comportamiento del tejido sanguíneo en los crustáceos y proponer alternativas de solución para obtener un alto rendimiento en el cultivo.
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